Villarcayo
Tipo de ruta
  • De senderos De senderos
  • Dificultad Medio Medio
  • Recorrido CIRCULAR CIRCULAR
  • Distancia Distancia 7.38 km
  • Tiempo estimado Medio día 2 h
  • Señalizada Si Si
  • Desnivel de subida Desnivel de subida 439.00 m
  • Desnivel de bajada Desnivel de bajada 439.00 m
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Tras llenar las cantimploras en la fuente del pueblo de Cubilla donde se abre la senda circular, partimos en dirección Oeste por una calle que acaba por convertirse en pista. A 700m nos encontraremos una alambrada y una bifurcación, en la cual hay que tomar el camino de la izquierda, que nos conduce al pinar y, poco después, al hayedo de Yédramo, al final del cual encontraremos la conocida fuente.
Todo este conjunto boscoso se encuentra en una hoya que, en el pasado, fue un circo glaciar. Por lo tanto, bebiendo agua de Yédramo, podemos decir que bebemos, en cierto modo, agua de los antiguos glaciares ibéricos.
Continuamos unos 500m por el hayedo y, por fin, el cómodo paseo empieza a convertirse en algo más que eso. Una serie de trochas ganaderas en zigzag nos van subiendo paulatinamente hasta alcanzar la cumbrera. Es un tramo corto, pero tiene su buena pendiente, por lo que quizás queramos parar a media subida a admirar el paisaje y tomar algo de aire.
Una vez arriba,  nos encaminamos a través de pastos de montaña hacia nuestro objetivo. De camino podremos asomarnos a la cima de las Talas del Somo, tras la cual nos encontramos con el único punto en el que hay que tener especial precaución de la ruta, especialmente en condiciones húmedas: un paso aéreo por roca. No tiene gran dificultad para quien está acostumbrado a la montaña, pero no está de más tener cuidado.
Otro poco de zigzaguear hacia arriba y una oquedad entre las rocas nos da paso a la cima de Humión. Si el día acompaña las vistas serán excepcionales.
Para bajar acometeremos el acceso clásico de Cubilla. Seguimos las señales compartidas por el PRC-BU 111 hasta el Portillo de Jarrillas.
Este último tramo está pendiente de ser señalizado con los colores del sendero, pero no tiene pérdida alguna al estar bien provisto de hitos y cairns hasta desembocar en una pista en lo alto de Cubilla y, por ella, entre naves ganaderas, de vuelta a donde partimos.

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